Este sitio web utiliza cookies para mejorar su experiencia mientras navega. Las cookies que se clasifican según sea necesario se almacenan en su navegador, ya que son esenciales para el funcionamiento de las características básicas del sitio web. También utilizamos cookies de terceros que nos ayudan a analizar y comprender cómo utiliza este sitio web. Estas cookies se almacenarán en su navegador solo con su consentimiento. También tiene la opción de optar por no recibir estas cookies. Pero la exclusión voluntaria de algunas de estas cookies puede afectar su experiencia de navegación.
Imprescindibles
Las cookies necesarias son absolutamente esenciales para que el sitio web funcione correctamente. Esta categoría solo incluye cookies que garantizan funcionalidades básicas y características de seguridad del sitio web. Estas cookies no almacenan ninguna información personal.
No imprescindibles
Estas cookies pueden no ser particularmente necesarias para que el sitio web funcione y se utilizan específicamente para recopilar datos estadísticos sobre el uso del sitio web y para recopilar datos del usuario a través de análisis, anuncios y otros contenidos integrados. Activándolas nos autoriza a su uso mientras navega por nuestra página web.
Sinopsis
O carteirista vivia num país de cenho carregado, que se arrastava penosamente ora com medo da insegurança ora desconfiado dos políticos que queriam acabar com ela. Vivia num país cansado, que trocara a revolução pela revolta, a discussão pelo bocejo, o mar pelo sofá frente à televisão. Rebelou-se. Desatou a rir às gargalhadas, e o país ordeiro, servil à novela e medroso da inflação, assustou-se. Foi proclamado o estado de sítio. O governo exilou-se, o povo refugiou-se em casa e o carteirista fugiu para o céu. Esconde-se numa nuvem, algures entre o nascer do Sol e a Estrela Polar. Há quem diga ainda hoje que se ouve o troar dos canhões. Outros asseguram que não. É apenas o carteirista a rir impiedosamente do país inseguro, hesitante entre uma telenovela e um jogo de futebol.