Este sitio web utiliza cookies para mejorar su experiencia mientras navega. Las cookies que se clasifican según sea necesario se almacenan en su navegador, ya que son esenciales para el funcionamiento de las características básicas del sitio web. También utilizamos cookies de terceros que nos ayudan a analizar y comprender cómo utiliza este sitio web. Estas cookies se almacenarán en su navegador solo con su consentimiento. También tiene la opción de optar por no recibir estas cookies. Pero la exclusión voluntaria de algunas de estas cookies puede afectar su experiencia de navegación.
Imprescindibles
Las cookies necesarias son absolutamente esenciales para que el sitio web funcione correctamente. Esta categoría solo incluye cookies que garantizan funcionalidades básicas y características de seguridad del sitio web. Estas cookies no almacenan ninguna información personal.
No imprescindibles
Estas cookies pueden no ser particularmente necesarias para que el sitio web funcione y se utilizan específicamente para recopilar datos estadísticos sobre el uso del sitio web y para recopilar datos del usuario a través de análisis, anuncios y otros contenidos integrados. Activándolas nos autoriza a su uso mientras navega por nuestra página web.
Sinopsis
Los sentimientos misantrópicos datan de la Antigüedad y llegan intactos hasta el presente. Con sus respectivas variaciones de tono y enfoque, cada época supo felizmente producir a los autores encargados de recordarnos que no somos nada, sino algo, y muy feo. Cada vuelta en la espiral del autoodio agrega una perspectiva más desde la cual asombrarnos de nosotros mismos. Nuestro caudal de cualidades repulsivas es prácticamente inagotable. Misantropía, nihilismo, escepticismo, antiintelectualismo y misoginia, todos ellos guardan algún rasgo de nobleza y por ende no han sido discriminados en esta ecuménica selección.