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Sinopsis
Mucha gente se sigue hoy preguntando. porqué a un buen día de mediados de 2007, le sucedió otro no tan bueno en el que empezó a hablarse de crisis y acabó derivando en un proceso que nos afectó de forma tan severa. Oyeron hablar de hipotecas subprime y de la delicada situación de unos bancos de inversión en Estados Unidos que habían sido sus inicuos promotores, pero siguen sin explicarse porque la crisis de aquellas instituciones, acabó contaminando las estructuras financieras de todo el mundo y obligando a los gobiernos a congelar las pensiones, a recortar los servicios públicos, a dedicar ingentes cantidades de dinero para evitar la quiebra de la banca y en el caso de España, a asumir una tasa de paro histórica. No es fácil explicarlo, si obviamos la degradada condición moral que suele emerger de la condición humana, cuando accede a plataformas estratégicas de poder, afectada por el virus de la ambición sin límites y condenada a una especie de castigo bíblico que la incapacita para frenar en su vorágine. La crisis no se hubiera manifestado de forma tan virulenta si los llamados magos de las finanzas, no hubiesen estado desde hace un par de décadas avivando un fuego que finalmente se ha manifestado voraz.