Este sitio web utiliza cookies para mejorar su experiencia mientras navega. Las cookies que se clasifican según sea necesario se almacenan en su navegador, ya que son esenciales para el funcionamiento de las características básicas del sitio web. También utilizamos cookies de terceros que nos ayudan a analizar y comprender cómo utiliza este sitio web. Estas cookies se almacenarán en su navegador solo con su consentimiento. También tiene la opción de optar por no recibir estas cookies. Pero la exclusión voluntaria de algunas de estas cookies puede afectar su experiencia de navegación.
Imprescindibles
Las cookies necesarias son absolutamente esenciales para que el sitio web funcione correctamente. Esta categoría solo incluye cookies que garantizan funcionalidades básicas y características de seguridad del sitio web. Estas cookies no almacenan ninguna información personal.
No imprescindibles
Estas cookies pueden no ser particularmente necesarias para que el sitio web funcione y se utilizan específicamente para recopilar datos estadísticos sobre el uso del sitio web y para recopilar datos del usuario a través de análisis, anuncios y otros contenidos integrados. Activándolas nos autoriza a su uso mientras navega por nuestra página web.
Sinopsis
En 1970 Michel Foucault sucedío a Jean Hyppolite en el Collége de France, donde se hizo cargo de la cátedra de historia de los sistemas de pensamiento. El orden del discurso fue su lección inagural del curso. Preocupado siempre por las complejas relaciones entre el saber y el origen del poder, Foucault resumió en este texto el núcleo de sus investigaciones y adelantó todo un programa futuro de trabajo. A través de un minucioso análisis de las variadas formas de acceso (o de las prohibiciones y tabúes) a la palabra, de la marginalidad de determinados discursos (la locura, la delincuencia) o la controvertida voluntad de verdad de la cultura occidental, este opúsculo consigue poner de manifiesto la inquietante fragilidad de categorías filosóficas aparentemente sacrosantas, como las de sujeto, conciencia e historia. A casi treinta años vista, este polémico y ejemplar «discurso» mantiene toda la espontaneidad creadora de una auténtica obra filosófica.