Este sitio web utiliza cookies para mejorar su experiencia mientras navega. Las cookies que se clasifican según sea necesario se almacenan en su navegador, ya que son esenciales para el funcionamiento de las características básicas del sitio web. También utilizamos cookies de terceros que nos ayudan a analizar y comprender cómo utiliza este sitio web. Estas cookies se almacenarán en su navegador solo con su consentimiento. También tiene la opción de optar por no recibir estas cookies. Pero la exclusión voluntaria de algunas de estas cookies puede afectar su experiencia de navegación.
Imprescindibles
Las cookies necesarias son absolutamente esenciales para que el sitio web funcione correctamente. Esta categoría solo incluye cookies que garantizan funcionalidades básicas y características de seguridad del sitio web. Estas cookies no almacenan ninguna información personal.
No imprescindibles
Estas cookies pueden no ser particularmente necesarias para que el sitio web funcione y se utilizan específicamente para recopilar datos estadísticos sobre el uso del sitio web y para recopilar datos del usuario a través de análisis, anuncios y otros contenidos integrados. Activándolas nos autoriza a su uso mientras navega por nuestra página web.
EL mito de Antonio Machado, como poeta y como ciudadano, no ha dejado de crecer. Desde febrero de 1939, fecha de su muerte en el exilio, está considerado y reconocido como el emblema de la España antifranquista y el símbolo de la España derrotada en la Guerra Civil.
Sinopsis
El paso del tiempo lo ha encumbrado y transformado en el más significativo emblema de la honradez, la coherencia y la dignidad. Sin artefactos, sin detonantes exhibicionistas, eludiendo las retóricas llamativas y dominantes de la época, con sencillez y sabiduría, con la persona humana como primer recurso, la obra de Machado no solo es una de las cumbres de la poesía del siglo XX, también él mismo es un ejemplo de honestidad y un personaje extraordinariamente querido y admirado, que se ha ganado el respeto de vencedores y vencidos. J. G. S