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Sinopsis
La Corona con el descubrimiento por Balboa del Mar del Sur en 1513, y de Pizarro y Cortes de los Imperios Incas y Aztecas, con sus extraordinarias riquezas, vislumbró, que el territorio del nuevo mundo, las Indias de Colón y Pinzón, no eran un obstáculo hacia Asía, sino un nuevo continente con unas posibilidades formidables. La Corona ya en 1532, ordena hacer un estudio para hacer un canal, que permita unir los dos mares sin tener que navegar hasta los rugientes 40º para atravesar el Cabo de Hornos. Sin embargo el estrecho no estuvo operativo hasta bien entrado el siglo XVIII. Fue por ello que el istmo durante ese largo periodo se convirtió en el único punto que permitía unir los virreinatos del Perú y de Nueva España con la metrópoli. Y la elección de la ubicación de Panamá la Vieja, resultó ser un gran acierto. Durante casi 300 años Panamá la Vieja fue el lugar que posibilitó el movimiento del engranaje que movía la maquinaria de la economía del imperio español: oro, plata, esmeraldas .riquezas que desde América y Asia, a través de la zona del Istmo, eran transportadas por las Flotas de Indias a Europa y se convertían así en una inyección de liquidez en los circuitos de la economía global. De igual manera, recibía los productos europeos que llegaban a América transportados por las mismas Flotas y a través del Istmo, cruzaban al Pacifico y gracias al Galeón de Manila, esos productos, a los que se unían los del continente americano, llegaban a Asia, y la Armadilla de la Mar del Sur, los transportaba al Cono sur del continente americano, en un ciclo y viajes que supusieron la primera globalización. Desde entonces ni el mundo ni la economía volvieron a ser los de antes. AUTOR Juan Ángel López Díaz, 1954. Coronel de Infantería de Marina en la reserva, Diplomado de Estado Mayor, de Estados Mayores Conjuntos y Nato Defence College (NADEFCOL) en Roma. Ha mandado unidades en todos los empleos y ha estado como observador de las NNUU en la Guerra de Bosnia (1993-94). También y entre muchos destinos ha sido Agregado de Defensa en Sudafrica, y acreditado en Angola, Mozambique, Namibia y Lesotho. En sus primeros empleos estudió el idioma Ruso y visitó la URSS en varias ocasiones, para detectar la evolución del país en los años de la Guerra Fría. Su gran afición por la Historia y después de años de estudios en la Biblioteca Nacional le ha llevado a escribir este ensayo.