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SinopsisEl descubrimiento de las Indias occidentales fue iniciado por hombres y relatado también por ellos, lo corriente en aquellos tiempos. Sin embargo, ya en el segundo viaje de Colón se embarcaron mujeres para formar cuanto antes el tejido social necesario desde donde empezar a construir la España de Ultramar. El decidido impulso de Isabel la Católica, el alma del Descubrimiento, la coloca en primera posición de esta larga lista de mujeres que fueron la avanzadilla española en aquellos lejanos territorios.No fueron pocas las que llegaron a aquellas tierras salvajes e inhóspitas, ni pocas las que tuvieron un papel relevante en la conquista y la forja del Nuevo Mundo, demostrando que quien tiene la voluntad, tiene la fuerza. Hubo mujeres que ejercieron con talento la política, el poder y la diplomacia para que los lazos establecidos entre los naturales y los españoles llegaran a transcender mucho más que sus propias vidas. Otras muchas dieron lecciones de valentía como Mencía de los Nidos que no sólo se negó a abandonar su hogar sino que bizarramente se quedó a defender la población: «Señor General, si vuesa merced desea retirarse por provecho personal, váyase en buena hora; pero deje siquiera que las mujeres defendamos nuestras casas y no nos obligue a solicitar asilo en las ajenas».