Principeso es un dragón grande y tierno, hijo de las reinas Troncha y Concha. Viven en un país donde todo tiene un aroma bastante espeso, menos él, que tiene un aroma de lo más fresco y eso le hace tan irresistible que el resto de animales se abalanzan a su paso para darle un beso. A lo largo de sus cinco años de vida ha recibido besos de todo tipo: Besos de vaca que le mojan la cara; besos de mariposa que le hacen cosquillas en las mejillas; besos de esquimal que le dejan desgastado y sin fuego que lanzar ha recibido tantos besos que en el reino le llaman Principeso cara de beso.
No creáis que recibir tantos besos le hace feliz, más bien le hace sentirse extraño y de su cueva no quiere salir
¿Por qué se sentirá así Principeso? ¿Conseguirá encontrar una solución para salir de su cueva tranquilo y seguro?
Descubre esta maravillosa historia que empoderará a grandes y pequeños. Una historia que muestra las herramientas necesarias para aprender a poner límites sobre nuestro cuerpo a los demás, y que nos enseñará a decidir sobre nuestros besos, los que damos y/o recibimos.