Este sitio web utiliza cookies para mejorar su experiencia mientras navega. Las cookies que se clasifican según sea necesario se almacenan en su navegador, ya que son esenciales para el funcionamiento de las características básicas del sitio web. También utilizamos cookies de terceros que nos ayudan a analizar y comprender cómo utiliza este sitio web. Estas cookies se almacenarán en su navegador solo con su consentimiento. También tiene la opción de optar por no recibir estas cookies. Pero la exclusión voluntaria de algunas de estas cookies puede afectar su experiencia de navegación.
Imprescindibles
Las cookies necesarias son absolutamente esenciales para que el sitio web funcione correctamente. Esta categoría solo incluye cookies que garantizan funcionalidades básicas y características de seguridad del sitio web. Estas cookies no almacenan ninguna información personal.
No imprescindibles
Estas cookies pueden no ser particularmente necesarias para que el sitio web funcione y se utilizan específicamente para recopilar datos estadísticos sobre el uso del sitio web y para recopilar datos del usuario a través de análisis, anuncios y otros contenidos integrados. Activándolas nos autoriza a su uso mientras navega por nuestra página web.
Sinopsis
Sobre arte y literatura ofrece una amplia selección de los pensamientos que sobre ambos temas que son, quizá, aquellos acerca de los que mejor se expresó su autor, y en los que más contemporáneo nuestro parece escribió uno de los más desconocidos, pero también interesantes, escritores del tránsito del siglo XVIII al XIX: Joseph Joubert, «autor sin libro, escritor sin escrito», según dijera Blanchot, uno de sus mayores exégetas. En 1838, catorce años después de la muerte de Joubert, su amigo Chateaubriand se encargó de realizar la primera selección del Diario de aquél: «A través de la belleza de estas páginas podrá verse lo que perdí yo y lo que perdió el mundo. Podremos no estar de acuerdo con Joubert, pero ¿cómo abarcar el poder de su genio? Nunca pensamiento alguno había provocado tantas dudas a la inteligencia, ni planteado cuestiones tan elevadas, ni inquietado tanto».