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Sinopsis
La defensa a ultranza de una educación moderna y emancipadora, de enfoque humanista y con un papel clave reservado a la Filosofía.
Emilio Lledó, uno de los más relevantes pensadores españoles de nuestro tiempo, ha situado la educación en el centro de su filosofía, y el ideal pedagógico que defiende se alimenta, por supuesto, de unos sólidos cimientos filosóficos con especial atención en la filosofía griega clásica, al lenguaje y a la memoria, pero también de una larga experiencia en las aulas.
Lledó, a favor de una educación pública «que haga desaparecer las azarosas e injustas diferencias que necesariamente impone la sociedad», defiende también una organización moderna e interdisciplinaria -no asignaturesca- de los conocimientos, reflexiona sobre la identidad, la necesidad de cultivar el lenguaje, los peligros de la obsesión tecnológica, de la escuela y la universidad, y de la paulatina desaparición de las Humanidades.