Este sitio web utiliza cookies para mejorar su experiencia mientras navega. Las cookies que se clasifican según sea necesario se almacenan en su navegador, ya que son esenciales para el funcionamiento de las características básicas del sitio web. También utilizamos cookies de terceros que nos ayudan a analizar y comprender cómo utiliza este sitio web. Estas cookies se almacenarán en su navegador solo con su consentimiento. También tiene la opción de optar por no recibir estas cookies. Pero la exclusión voluntaria de algunas de estas cookies puede afectar su experiencia de navegación.
Imprescindibles
Las cookies necesarias son absolutamente esenciales para que el sitio web funcione correctamente. Esta categoría solo incluye cookies que garantizan funcionalidades básicas y características de seguridad del sitio web. Estas cookies no almacenan ninguna información personal.
No imprescindibles
Estas cookies pueden no ser particularmente necesarias para que el sitio web funcione y se utilizan específicamente para recopilar datos estadísticos sobre el uso del sitio web y para recopilar datos del usuario a través de análisis, anuncios y otros contenidos integrados. Activándolas nos autoriza a su uso mientras navega por nuestra página web.
Sinopsis
¿Cómo podemos hacer que la música sirva a los intereses de la mayoría en vez de a los de unos pocos? Pasa a menudo que quienes se dedican a la música quieren cambiar el mundo. Tanto
pioneras a contracorriente como auténticas estrellas del pop han confiado en el poder político de la música. Los que mandan también han reconocido ese poder. Y es por ello que la música se viene usando para desafiar al orden social y político, pero también para reforzar el estado de las cosas. Sound System es el relato del aprendizaje de un trabajador de la música que se pregunta qué es lo que hace que esta sea tan poderosa. Este libro va de fiestas, disturbios y revoluciones. Del festival de Glastonbury a las primaveras árabes, de los concursos de talentos al carnaval de Trinidad, Randall hace un recorrido extenso por lugares y momentos en los que la disputa por el sentido y el uso de la música ha sido especialmente intensa. Todo ello para recordarnos que la partida sigue abierta y que, por mucho que pese la maquinaria de la industria y por muchas mordazas que nos imponga el Estado, en nuestra mano está conseguir que la cultura nos represente.