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Sinopsis
Martín, un vecino de Eibain, muere en la víspera de Santa Águeda, en un momento de exaltación por los tradicionales cantos a la santa y los excesos alcohólicos. Empiezan a correr los rumores por el pueblo. Se especula que lo mató una cuadrilla de amigos bajo los efectos del vino y de la euforia festiva. Pero nadie ha visto ni oído nada. Además, Martín no pudo estar allí durante la fiesta ya que murió atropellado el día anterior. El sentimiento de culpa, una culpa unida a otras tantas, empuja a uno de los presuntos asesinos a confesar su particular "delito". Se inicia entonces un juicio en el que los acusados van declarando su consensuada "verdad", mientras en su interior la realidad del crimen y de sus vidas se muestra escurridiza, arropada por mil excusas, confundida en el recuerdo, desviada por otras obsesiones que asaltan sus conciencias. Aunque los personajes son ficticios, la trama de Tantos inocentes está basada en hechos reales. La novela supone un documento riguroso, descarnado y humano sobre el problema de la violencia gratuita que provocan los "idiotas morales". Con el interés y la emoción del mejor relato policíaco, la narración bucea en los infiernos del alma y permite adentrarse en espiral hacia la realidad de los hechos, construyendo un duro alegato sobre la culpa, la inocencia y la verdad.