Este sitio web utiliza cookies para mejorar su experiencia mientras navega. Las cookies que se clasifican según sea necesario se almacenan en su navegador, ya que son esenciales para el funcionamiento de las características básicas del sitio web. También utilizamos cookies de terceros que nos ayudan a analizar y comprender cómo utiliza este sitio web. Estas cookies se almacenarán en su navegador solo con su consentimiento. También tiene la opción de optar por no recibir estas cookies. Pero la exclusión voluntaria de algunas de estas cookies puede afectar su experiencia de navegación.
Imprescindibles
Las cookies necesarias son absolutamente esenciales para que el sitio web funcione correctamente. Esta categoría solo incluye cookies que garantizan funcionalidades básicas y características de seguridad del sitio web. Estas cookies no almacenan ninguna información personal.
No imprescindibles
Estas cookies pueden no ser particularmente necesarias para que el sitio web funcione y se utilizan específicamente para recopilar datos estadísticos sobre el uso del sitio web y para recopilar datos del usuario a través de análisis, anuncios y otros contenidos integrados. Activándolas nos autoriza a su uso mientras navega por nuestra página web.
Sinopsis
Según Hermes Trismegisto, Egipto es el «templo del cosmos»,
pues «todos los poderes que gobiernan y actúan en el cielo le
han sido transferidos». El Corpus Hermeticum transmite el sentir
milenario de los antiguos egipcios, para quienes los dioses
siempre estaban cerca, el tiempo era el cumplimiento cíclico del
eterno retorno de los mitos, y las causas de la vida cotidiana eran
mágicas y sagradas. Y sin embargo, a pesar de los muchos textos
religiosos traducidos y estudiados con todo esmero, las estructuras
antropológicas de la consciencia religiosa de la antigua
cultura egipcia aún permanecen ignoradas, como si de un libro
cerrado se tratara. La mayoría de los egiptólogos ponen todo el
énfasis en analizar los aspectos más formales de las costumbres y
rituales, pero rechazan cualquier acercamiento a su legado mítico
y espiritual, que, desde la perspectiva unilateralista de la estrecha
y fragmentada consciencia moderna, se considera el vestigio
de creencias y supersticiones primitivas. Ajeno a este prejuicio
reduccionista, Jeremy Naydler explora en profundidad las raí-
ces de esta ancestral consciencia humana, abierta de par en par
a la dimensión metafísica de la vida, del espacio, del tiempo y la
muerte, cuyas huellas arquitectónicas son el testimonio vivo de
una de las cimas más misteriosas de la cultura humana.