Este sitio web utiliza cookies para mejorar su experiencia mientras navega. Las cookies que se clasifican según sea necesario se almacenan en su navegador, ya que son esenciales para el funcionamiento de las características básicas del sitio web. También utilizamos cookies de terceros que nos ayudan a analizar y comprender cómo utiliza este sitio web. Estas cookies se almacenarán en su navegador solo con su consentimiento. También tiene la opción de optar por no recibir estas cookies. Pero la exclusión voluntaria de algunas de estas cookies puede afectar su experiencia de navegación.
Imprescindibles
Las cookies necesarias son absolutamente esenciales para que el sitio web funcione correctamente. Esta categoría solo incluye cookies que garantizan funcionalidades básicas y características de seguridad del sitio web. Estas cookies no almacenan ninguna información personal.
No imprescindibles
Estas cookies pueden no ser particularmente necesarias para que el sitio web funcione y se utilizan específicamente para recopilar datos estadísticos sobre el uso del sitio web y para recopilar datos del usuario a través de análisis, anuncios y otros contenidos integrados. Activándolas nos autoriza a su uso mientras navega por nuestra página web.
Un honesto relato en primera persona sobre los límites del éxito y el fracaso, del amor y el odio a uno mismo.
Una historia de amor, música, ansiedad, sueños y locura.
Sinopsis
Al principio estaba asustada, no te voy a engañar, pero esta vez me sentía más tranquila. Sonreía con los ojos llenos de polvo de estrellas... Espera, espera... ¿te has perdido? No te preocupes, te explico rápido: en 2002 entré en Operación Triunfo, pero me expulsaron la primera. Me convertí en la perdedora más famosa de España. Tres años después, formé el grupo Nena Daconte. No era la primera vez que tenía un grupo, pero en esta ocasión dimos en la diana. Nos fichó Universal y llegó el éxito arrollador. En qué estrella estará sonaba grande y con derecho propio. Premios, giras, todas las puertas abiertas... Pero en aquella época fumaba porros y empecé a abusar del alcohol. Comenzó una etapa de autodestrucción que terminó en mi primer brote psicótico. Un año después, con la canción Tenía tanto que darte el éxito fue imparable, demoledor. Continuaron las paranoias, la ansiedad y el miedo. Difícil combinación. Todo era malo en mi cabeza. El triunfo me sentaba fatal, la culpa me comía por dentro y destruía todo lo que viniera de mí. Hicimos más de doscientos conciertos en un año. Mi salud mental empeoró. Desde entonces, tuve varios diagnósticos psiquiátricos diferentes: depresión psicótica, trastorno bipolar de la personalidad, ansiedad... Un médico me dijo una vez que con los años se iría agravando. Y así fue. De todas las relaciones tóxicas que tenía, la peor de todas era con la música, así que lo dejé. Abandoné. Desaparecí. Hui. Al menos hasta hoy, cuando volví a sacar del bolso este cuaderno... He hecho un largo viaje hasta llegar aquí. ¿Quieres saber cómo fue?