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Sinopsis
Charles Darwin es universalmente recordado como el autor de la teoría de la evolución de las especies mediante selección natural. Y es justo que así sea, salvo por un detalle importante: el de que deberíamos recordar también a Alfred Wallace, que ignorando que Darwin llevaba años desarrollando esa teoría sin haberla publicado, llegó, a principios de 1858, a la misma idea, comunicándosela a Darwin en una carta. Al contrario que en otros casos de la historia de la ciencia, en lugar de competir por la prioridad en la propuesta, Darwin y Wallace llegaron a un acuerdo: cada uno publicaría, en la misma revista, sendos artículos en los que expondrían sus ideas. Esos trabajos aparecieron en el Journal of the Linnean Society, acompañados de una carta de presentación firmada por Charles Lyell y Joseph Hooker, así como por el resumen de una carta que Darwin había escrito el 5 de septiembre de 1857 a Asa Gray, en la que mencionaba su teoría evolucionista. Fue una sabia y noble decisión, que además estimuló a Darwin a publicar el año siguiente un "resumen" de sus ideas, El origen de las especies (1859), uno de los libros más importantes jamás escritos.