Este sitio web utiliza cookies para mejorar su experiencia mientras navega. Las cookies que se clasifican según sea necesario se almacenan en su navegador, ya que son esenciales para el funcionamiento de las características básicas del sitio web. También utilizamos cookies de terceros que nos ayudan a analizar y comprender cómo utiliza este sitio web. Estas cookies se almacenarán en su navegador solo con su consentimiento. También tiene la opción de optar por no recibir estas cookies. Pero la exclusión voluntaria de algunas de estas cookies puede afectar su experiencia de navegación.
Imprescindibles
Las cookies necesarias son absolutamente esenciales para que el sitio web funcione correctamente. Esta categoría solo incluye cookies que garantizan funcionalidades básicas y características de seguridad del sitio web. Estas cookies no almacenan ninguna información personal.
No imprescindibles
Estas cookies pueden no ser particularmente necesarias para que el sitio web funcione y se utilizan específicamente para recopilar datos estadísticos sobre el uso del sitio web y para recopilar datos del usuario a través de análisis, anuncios y otros contenidos integrados. Activándolas nos autoriza a su uso mientras navega por nuestra página web.
En 2006 le dijeron que durante unas semanas iba a vivir bajo custodia, pero aquel día la vida de Roberto Saviano cambió para siempre. Esta es la historia de un superviviente que se niega a rendirse.
Sinopsis
«Aquí se cuenta una resistencia llevada a cabo con la palabra como única artillería y dentro del perímetro del propio cuerpo, partiendo de la base de que con cualquier lucha se aprende una única regla. Es esta: no es cierto que de la batalla o vuelves vivo o no vuelves; en caso de que vuelvas, volverás herido. Lo que estáis a punto de leer es mi herida.»
Todavía estoy vivo es un libro único, una colaboración insólita entre dos grandísimos narradores. Se trata del relato íntimo y descarnado de los últimos quince años en la vida de Roberto Saviano, en los que se ha visto obligado a vivir en la clandestinidad, por estar amenazado de muerte por la Camorra. Sus palabras dialogan con el trazo ágil y simbólico de Asaf Hanuka; recuerdan los días de una libertad perdida, la del niño apasionado de las historietas y que disfrutaba jugando con su hermano, hasta transformarse en un presente claustrofóbico, el precio a pagar por haber alzado la voz y que lo obliga a la vivir siempre pegado a sus escoltas. Es la vida de un hombre herido, pero que sigue luchando.