Este sitio web utiliza cookies para mejorar su experiencia mientras navega. Las cookies que se clasifican según sea necesario se almacenan en su navegador, ya que son esenciales para el funcionamiento de las características básicas del sitio web. También utilizamos cookies de terceros que nos ayudan a analizar y comprender cómo utiliza este sitio web. Estas cookies se almacenarán en su navegador solo con su consentimiento. También tiene la opción de optar por no recibir estas cookies. Pero la exclusión voluntaria de algunas de estas cookies puede afectar su experiencia de navegación.
Imprescindibles
Las cookies necesarias son absolutamente esenciales para que el sitio web funcione correctamente. Esta categoría solo incluye cookies que garantizan funcionalidades básicas y características de seguridad del sitio web. Estas cookies no almacenan ninguna información personal.
No imprescindibles
Estas cookies pueden no ser particularmente necesarias para que el sitio web funcione y se utilizan específicamente para recopilar datos estadísticos sobre el uso del sitio web y para recopilar datos del usuario a través de análisis, anuncios y otros contenidos integrados. Activándolas nos autoriza a su uso mientras navega por nuestra página web.
Sinopsis
Un poeta puede tener cien virtudes y ser, a pesar de todo, un mal poeta; del mismo modo que puede tener lo que llaman mil defectos y ser, en realidad, un gran poeta. Virtudes y defectos no dicen casi nada sobre la verdadera poesía, a menudo, de tan verdadera, casi invisible, como la verdad misma. Amalia Bautista ha logrado con un apretado puñado de poemas un puñado de lectores de los de verdad. Por eso mismo o, mejor aún, a pesar de eso mismo, la poesía de Amalia Bautista resulta estrictamente imprescindible para conocer la poesía actual, es decir, la poesía, pues toda poesía que nos llega es siempre actual. Aunque hay que reconocer que esta poesía deviene imprescindible sólo para aquellos que ya la conocen. Poesía del siglo XXI, pues, la de A. B., pero también de todo tiempo y lugar, a fuerza de emoción y de belleza, pero también de humor e ironía. Poesía, en fin, emocionante, pero también tan preciosamente precisa como un reloj digital. Y no está de más recordar que la precisión en poesía quiere decir inteligencia, como quería la jaculatoria poética de Juan Ramón Jiménez: «¡Inteligencia, dame el nombre exacto de las cosas!» Por todo eso o a pesar de todo eso, justa y contradictoriamente, presentamos en este libro una severa antología de la poesía de Amalia Bautista que es a la vez su poesía completa, o viceversa. De pocas obras de nuestros días, que son todos los días posibles, podría decirse -y más aún hacerse- lo mismo con justeza y justicia poéticas. Sólo sé, si algo sé, que la poesía de A. B. está hecha de tiempo y para durar en el tiempo. Abelardo Linares.