Este sitio web utiliza cookies para mejorar su experiencia mientras navega. Las cookies que se clasifican según sea necesario se almacenan en su navegador, ya que son esenciales para el funcionamiento de las características básicas del sitio web. También utilizamos cookies de terceros que nos ayudan a analizar y comprender cómo utiliza este sitio web. Estas cookies se almacenarán en su navegador solo con su consentimiento. También tiene la opción de optar por no recibir estas cookies. Pero la exclusión voluntaria de algunas de estas cookies puede afectar su experiencia de navegación.
Imprescindibles
Las cookies necesarias son absolutamente esenciales para que el sitio web funcione correctamente. Esta categoría solo incluye cookies que garantizan funcionalidades básicas y características de seguridad del sitio web. Estas cookies no almacenan ninguna información personal.
No imprescindibles
Estas cookies pueden no ser particularmente necesarias para que el sitio web funcione y se utilizan específicamente para recopilar datos estadísticos sobre el uso del sitio web y para recopilar datos del usuario a través de análisis, anuncios y otros contenidos integrados. Activándolas nos autoriza a su uso mientras navega por nuestra página web.
Sinopsis
¿Y si la esencia de la persona estuviese en el corazón?
Un año después de perder al amor de su vida, Quinn Sullivan no consigue pasar página. Como parte del duelo, escribe a todas aquellas personas que se salvaron gracias a los órganos donados por su novio Trent. Consigue contactar con todos ellos, excepto aquel que recibe su corazón.
Aunque Quinn sabe que no debería, descubre quién es el receptor, un chico de diecinueve años llamado Colton Thomas. Cree que si logra ver a Colton, podrá superar el dolor de su pérdida. Pero su atracción es innegable, y entre ellos nace rápidamente una relación.
Colton cree que se trata de una casualidad, y aunque este nuevo amor ayude a Quinn a sobreponerse, no puede vivir ocultándole el secreto a su nuevo amor. La única salida es explicar la verdad, pero ¿y si eso conlleva perderlo?