Este sitio web utiliza cookies para mejorar su experiencia mientras navega. Las cookies que se clasifican según sea necesario se almacenan en su navegador, ya que son esenciales para el funcionamiento de las características básicas del sitio web. También utilizamos cookies de terceros que nos ayudan a analizar y comprender cómo utiliza este sitio web. Estas cookies se almacenarán en su navegador solo con su consentimiento. También tiene la opción de optar por no recibir estas cookies. Pero la exclusión voluntaria de algunas de estas cookies puede afectar su experiencia de navegación.
Imprescindibles
Las cookies necesarias son absolutamente esenciales para que el sitio web funcione correctamente. Esta categoría solo incluye cookies que garantizan funcionalidades básicas y características de seguridad del sitio web. Estas cookies no almacenan ninguna información personal.
No imprescindibles
Estas cookies pueden no ser particularmente necesarias para que el sitio web funcione y se utilizan específicamente para recopilar datos estadísticos sobre el uso del sitio web y para recopilar datos del usuario a través de análisis, anuncios y otros contenidos integrados. Activándolas nos autoriza a su uso mientras navega por nuestra página web.
Sinopsis
El volumen contiene una rigurosa introducción que da paso a cinco escritos de Francesco Guicciardini. Son obras que hacen referencia a la España de Fernando el Católico: Diario del Viaje a España, Discurso de Logroño; Informe sobre España y otros dos escritos más breves, referentes al Gran Capitán. Discurso Quinto: Si el Gran Capitán debe aceptar la empresa de Italia, Discurso Sexto: Razones por las que el Gran Capitán debe desistir y no aceptar la empresa. El Discurso de Logroño constituye, sin embargo, una excepción, puesto que no se refiere a asuntos relacionados con España, sino que parte de la compleja y azarosa vida florentina y la constante preocupación que muestra Guiciardini por salvar a su ciudad de los ejércitos extranjeros que habían establecido en Italia sus campos de batalla, unido al problema de la falta del vivere civile que había corrompido la vida política de la ciudad. Guicciardini enviado como embajador ante el rey Católico, antes de haber cumplido la edad reglamentaria de los 30 años, aprendió sin duda mucho de Fernando de Aragón, en su corte contempló su comportamiento: no hablaba con nadie de sus asuntos, pero siempre intervenía con acierto en contra de sus enemigos, ayudado según Guicciardini por la fortuna que se mostró siempre favorable a un hombre que, de segundón de un reino menor de España, llegó a convertirse en el primus inter pares que gobernó por encima de todos los grandes de Europa.