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Sinopsis
Tras los bestsellers Bésame mucho y Mi niño no me come, Carlos González vuelve con una de sus grandes pasiones: la defensa de la lactancia materna. Son muchas las teorías que hablan de las bondades de ésta, pero este libro no trata de explicar el porqué, sino el cómo. Tampoco pretende convencer a ninguna madre para que dé de mamar, ni intenta demostrar que el pecho "es mejor". Su intención es ofrecer información práctica a aquellas madres que sí desean dar el pecho para que lo consigan sin agobios y para que lo disfruten.
En el pecho, además de comida, el bebé busca y encuentra cariño, consuelo, calor, seguridad y atención. No se trata tan sólo de alimento, el bebé reclama el pecho porque quiere el calor de su madre, la persona más conocida para él. Por eso lo importante de dar el pecho no es solamente contar las horas y los minutos o calcular los mililitros de leche, sino el lazo de unión que se establece entre ambos y que es una suerte de continuación del cordón umbilical.
La lactancia forma parte del ciclo sexual de la mujer; para muchas madres es un momento de paz, de profunda satisfacción, de saberse imprescindible y de sentirse adorada. Es un regalo, aunque sea difícil saber quién da y quién recibe.