Este sitio web utiliza cookies para mejorar su experiencia mientras navega. Las cookies que se clasifican según sea necesario se almacenan en su navegador, ya que son esenciales para el funcionamiento de las características básicas del sitio web. También utilizamos cookies de terceros que nos ayudan a analizar y comprender cómo utiliza este sitio web. Estas cookies se almacenarán en su navegador solo con su consentimiento. También tiene la opción de optar por no recibir estas cookies. Pero la exclusión voluntaria de algunas de estas cookies puede afectar su experiencia de navegación.
Imprescindibles
Las cookies necesarias son absolutamente esenciales para que el sitio web funcione correctamente. Esta categoría solo incluye cookies que garantizan funcionalidades básicas y características de seguridad del sitio web. Estas cookies no almacenan ninguna información personal.
No imprescindibles
Estas cookies pueden no ser particularmente necesarias para que el sitio web funcione y se utilizan específicamente para recopilar datos estadísticos sobre el uso del sitio web y para recopilar datos del usuario a través de análisis, anuncios y otros contenidos integrados. Activándolas nos autoriza a su uso mientras navega por nuestra página web.
Sinopsis
Una apasionada y a la vez escéptica reflexión sobre Europa. Con un análisis firmemente afianzado en la historia, Tony Judt pone en entredicho la viabilidad de una Europa unida y responde a las constantes inquietudes sobre qué países deberían integrarla, la abrumadora presencia de Alemania o el opresivo peso del pasado. Si el "mito" de Europa es demasiado abstracto para atraer una auténtica lealtad popular e incluso nos impide encontrar soluciones a problemas concretos, argumenta Judt, todos saldremos ganando si somos capaces de examinarlo con espíritu crítico. En este provocador ensayo, surgido de un debate que resulta hoy tan vigente como el día en el que fue escrito, el historiador británico invita a la reflexión, fundiendo pasado y presente para mirar con decisión al futuro. "Soy un europeo entusiasta; ninguna persona bien informada podría desear seriamente volver al combativo y mutuamente enemistado círculo de sospechas y naciones introvertidas que el continente europeo ha sido en el pasado reciente. Pero una cosa es creer que algo es deseable y otra muy distinta considerarlo posible. Y lo que yo sostengo en este ensayo es que una Europa verdaderamente unida es algo demasiado improbable como para que insistir en ello no resulte tan insensato como engañoso. De modo que supongo que eso me convierte en un europesimista."