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Sinopsis
El ensayo Un cuarto propio (1929), considerado un clásico dentro de los estudios de crítica feminista, pone sobre la mesa temas que todavía hoy despiertan avivados debates como la dependencia económica de la mujer con respecto al hombre, el cuidado de una familia y la figura de la mujer como musa inspiradora del artista pero con poca presencia en la práctica de la creatividad. La célebre sentencia que ha sido citada en infinidad de estudios, «una mujer debe tener dinero y un cuarto propio si va a escribir ficción», es una muestra de la evolución de su pensamiento feminista.
En Tres guineas (1938) Woolf recupera el tema de la independencia de la mujer analizando en profundidad la discriminación de la que es víctima, y revindica el derecho a tener la misma educación y oportunidades que el hombre. El mensaje de fondo es que solo de esta manera se lograría alcanzar un mundo racional y pacífico, donde una dama podría contestar libremente a cualquier pregunta.
Estos dos textos se pueden leer conjuntamente en la medida que Tres guineas se puede considerar como una elaboración de los temas que ya se plantearon en Un cuarto propio. Ambos tienen mucho por decir y muchas de las cuestiones esbozadas siguen siendo vigentes, pues las mujeres de occidente son libres de hablar, opinar y de poseer una habitación propia pero en muchas ocasiones no se ha aprendido a escucharlas.