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Sinopsis
Un libro de relatos que transcurren entre México, España y escenarios indefinidos, protagonizados por mujeres a las que acompaña la violencia en sus formas menos evidentes
La vida periférica presenta treinta y cinco relatos unidos por la credulidad y sus efectos paradójicos. Y es que, si bien la confianza indiscriminada acarrea decepciones, tender una mirada inocente sobre el mundo supone en ocasiones descubrir lo mejor de él. Teniendo en cuenta que muchas de estas narraciones transcurren en México y están protagonizadas por mujeres, la apuesta por descubrir bondades y no presentar la violencia del país de forma tópica (con lo difícil que es salirse de la realidad que pintan los medios de comunicación, y sobre todo de la respuesta lógica a esta violencia, que no por lógica ha de se r siempre la más adecuada) tiene su mérito. La vida periférica arroja una mirada ontológica sobre las catástrofes o, dicho de otro modo, aquí los personajes se hacen acompañar por la muerte y la violencia, una violencia que aparece en la mayor parte de estos cuentos en sus formas menos obvias: los deseos de apariencia inocente, la soledad, los juegos normalizados de poder entre ambos sexos. En sus páginas el lector se topará con mujeres que van del padre al marido, con animales hablantes que quieren confundirse con los humanos que los custodian (o que los matan), con niñas que se creen reinas, con hechizos, con recetas burlonas para escritores, con sirvientas que escapan de sus señoras y con algún que otro personaje que se ha mudado a España y que podría funcionar como trasunto de la autora.