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Sinopsis
En enero de 2003, Rosa Regàs y Pedro Molina Temboury, azuzados por su amistad y por el trabajo común en asuntos culturales de América Latina, deciden -cuaderno de notas en mano- recorrer los caminos de Centroamérica, de Guatemala a Panamá. Volcanes dormidos es un viaje a la memoria reciente de Centroamérica, un interesante ejercicio a cuatro manos que, gracias a la capacidad de sus autores en combinar literatura y actualidad, y a su acceso a testimonios relevantes de esos países, quedará como un excelente retrato del actual mosaico centroamericano, donde los volcanes son metáfora de antiguas revoluciones y de una nueva realidad. «Parecía que estas tierras de volcanes nos marcaban el camino con sus poderosos montes piramidales, levantando el pico hasta un cielo rojizo del atardecer o marcando su sombra oscura cuando la noche se cernía sobre la tierra. En erupción constante algunos, quietos otros, apagados los demás; y a partir de ellos comenzamos a vislumbrar los episodios de la historia de estas comunidades sometidas a tantos descalabros desde el principio de los tiempos. Volcanes de voluntad y protesta, de reivindicaciones, guerras y luchas, que estuvieron un día incandescentes y mostraron los colmillos de su fuego destructor y que ahora yacían apagados y distantes, pero bellos como heroicos y arcaicos monumentos a la esperanza sometida y anulada, o mejor, distorsionada y manipulada por las voces y el poder de los poderosos de siempre. Así viajamos en avión, autobús, barco, caballo, landrover o a pie durante dos meses y medio.»