Este sitio web utiliza cookies para mejorar su experiencia mientras navega. Las cookies que se clasifican según sea necesario se almacenan en su navegador, ya que son esenciales para el funcionamiento de las características básicas del sitio web. También utilizamos cookies de terceros que nos ayudan a analizar y comprender cómo utiliza este sitio web. Estas cookies se almacenarán en su navegador solo con su consentimiento. También tiene la opción de optar por no recibir estas cookies. Pero la exclusión voluntaria de algunas de estas cookies puede afectar su experiencia de navegación.
Imprescindibles
Las cookies necesarias son absolutamente esenciales para que el sitio web funcione correctamente. Esta categoría solo incluye cookies que garantizan funcionalidades básicas y características de seguridad del sitio web. Estas cookies no almacenan ninguna información personal.
No imprescindibles
Estas cookies pueden no ser particularmente necesarias para que el sitio web funcione y se utilizan específicamente para recopilar datos estadísticos sobre el uso del sitio web y para recopilar datos del usuario a través de análisis, anuncios y otros contenidos integrados. Activándolas nos autoriza a su uso mientras navega por nuestra página web.
Sinopsis
Tras el gran éxito internacional de su primera novela, La acabadora, la escritora sarda Michela Murgia ha escrito un libro muy personal, a medio camino entre el ensayo, el libro de denuncia y el testimonio íntimo, que ha obtenido un entusiasta recibimiento en las librerías italianas y se ha situado entre los libros más leíd os en ese país. Con precisión y originalidad, Michela Murgia examina la situación de la mujer a partir del análisis del imaginario católico, centrándose especialmente en la figura de María de Nazaret, modelo de mujer perfecta. «Éste es un libro de experiencias, no de sentencias», aclara la autora que, partiendo de sus conocimientos de Teología y de su extensa actividad como animadora parroquial, cita desde parábolas de los Evangelios o fragmentos de encíclicas papales, a grandes obras de arte clásico, anuncios televisivos o artículos de revistas femeninas para llamar la atención sobre cómo todos ellos contribuyen a convalidar una visión que simplifica y margina la figura de la mujer. Al punto de vista privilegiado de una mujer cuya trayectoria personal e intelectual está ligada a pensar sobre la religión, Michela Murgia añade su contagiosa curiosidad y su excepcional talento para narrar.